El verano está a la vuelta de la esquina y con él, además del calor, también llega la temporada de las reuniones en terrazas y jardines que en muchas ocasiones giran en torno a una barbacoa. Si quieres triunfar con un evento así, es fundamental que la acompañes con el vino adecuado.

Lo más habitual es que una vez que ponemos la parrilla en marcha, por ella circulen alimentos muy variados, desde unas verduras, pescados azules como las sardinas, mariscos, embutidos, carnes rojas y blancas…y por si esta variedad fuera poca, además hay que contar con las salsas, ensaladas y el picoteo con el que solemos acompañar el plato principal en este tipo de reuniones.

A continuación, te doy las claves para que triunfar con el vino de tu barbacoa no sea una misión imposible.

 

1. Qué vino elegir

En primer lugar, hay que saber qué vamos a comer, verduras, pescado, carne o un poco de todo. Después tenemos que decidir si vamos a servir un único tipo de vino o si vamos a acompañar cada plato con uno diferente.  

Sea cual sea nuestra decisión una buena forma de dar la bienvenida a los invitados es con una copa de espumoso bien frío, que también nos puede servir para continuar durante todo el evento, sobre todo si va a ser una barbacoa muy variada.

Si la barbacoa es de pescados, mariscos y/o verduras, lo mejor es un vino blanco joven o con crianza sobre lías y si sois de rosados, éstos también van perfectos.

Si queremos hacer una barbacoa de carne, yo me decanto por un tinto. Para carnes rojas mejor un crianza con más cuerpo y estructura, y para carnes blancas un vino más ligero e incluso un blanco con crianza en barrica.

Si la barbacoa va a ser “de todo un poco”, tendremos que pensar en un vino versátil que nos combine bien con multitud de platos diferentes. Para mí, lo mejor es optar por un vino espumoso Brut que además de acompañar a todo tipo de comidas nos limpiará bien la grasa del paladar y nos hará la comida menos pesada. Pero si las burbujas no son lo tuyo te puedes decantar por un vino tinto joven o con poco tiempo de crianza, aromático, fresco y que no tenga demasiado cuerpo.

 

2. Calcular la cantidad de vino

De cada botella de 750 ml podemos servir de 5 a 6 copas de vino, tendrás que calcular, conociendo a tus invitados, cuántas copas consumirá cada uno. Mi recomendación es una botella para 3 personas y añadir alguna botella de más para no quedarnos sin vino o por si surge algún imprevisto.

Si vais a ser muchos, te recomiendo que compres el tamaño magnum (1500 ml), el vino evoluciona mejor en este formato y por lo tanto estará más rico.

 

3. La temperatura del vino adecuada

Llegamos a una de las preguntas del millón ¿a qué temperatura debemos servir el vino? Te recuerdo que en un post anterior puedes consultar la guía de temperaturas de servicio del vino, pero hay que tener en cuenta que lo normal es que haga bastante calor, por eso no es demasiado lógico servir un vino, aunque sea tinto, a “temperatura ambiente”, y más si pensamos que esa temperatura cambia mucho dependiendo del momento del día y de la zona en la que nos encontremos, no es lo mismo una barbacoa para comer en La Mancha, que una para cenar en Asturias.

Mi recomendación para conservar el vino fresco es que tengas una champanera, con agua, hielo y un poco de sal (ésta nos sirve para mantener el hielo sin derretir durante más tiempo). Si no dispones de champanera te puede servir un cubo o similar, quedará “menos bonito” pero funcionará igual, en este caso ten cuidado y asegúrate que los vinos estén siempre tapados, si no, correrás el riesgo de que las botellas floten cuando no estén llenas y se coloquen en posición horizontal con el peligro de llenarse de agua.

Otro detalle a tener en cuenta es que una vez que lo sirvamos, el vino ese calentará, por eso es conveniente tenerlo un poco más frío de lo habitual y no llenar las copas demasiado para poder tomarlo a una temperatura agradable.

 

4. Dónde servir el vino

Aunque la barbacoa suele ser una comida informal, te recomiendo no servir el vino en vasos de plástico, no lo disfrutarás igual. Sírvelo siempre en copas de vidrio o cristal, además de saborearlo mejor, la copa te permite cogerla por el pie o el fuste y así no calentarás el vino con la mano. 

 

5. Un último consejo

Piensa que hará calor y por eso se disfrutarán más los vinos ligeros, con poco cuerpo, frescos y sobre todo que sean fáciles de beber. Normalmente la barbacoa es el centro de reuniones informales donde el objetivo principal es disfrutar y pasarlo bien, el vino será un componente más, pero no es la mejor ocasión para servir vinos muy complejos.

Si después de leer este post sigues sin tenerlo claro, no dudes en pasar por Vinotropía, estaré encantada de ayudarte para que el vino de tu barbacoa sea todo un éxito.

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